El experto señala que además, los alimentos deben ser ricos en ácidos grasos poliinsaturados, ya que estos disminuyen los niveles de colesterol, deben tener estanoles y esteroles, que son unos compuestos vegetales que impiden la absorción del colesterol a nivel del intestino. “Finalmente, deben contener antocianinas que favorecen una menor producción de colesterol en el cuerpo”, añade.
Aunque no hay un único alimento que tenga todas estas características en cantidades tan importantes para que por sí solo pueda ser la clave en la reducción del colesterol, existen una amplia variedad que poseen algunas de las características citadas y por tanto deberían consumirse habitualmente, tal y como indica Caja:
1) El aguacate
Nueve estudios clínicos han observado que incluir aguacate en la dieta, especialmente en aquellos que tienen hipercolesterolemia, favorece la disminución de los niveles de colesterol total entre un 9 y un 45 por ciento, así como del colesterol LDL.
“Aunque la razón no está muy clara se sabe que tienen un alto contenido en fibra, lo que disminuye su absorción, y como son muy ricos en ácidos grasos poliinsaturados reducen los niveles de LDL. Por otro lado, el aguacate es la fruta que más estanoles y esteroles posee, lo que favorece una menor absorción intestinal de colesterol. Consumir entre medio y un aguacate y medio diario durante la comida principal puede ser una herramienta muy eficaz si se quiere disminuir el colesterol”, recomienda el experto.
2) Los cereales integrales
Los cereales integrales también ayudan a regular el colesterol. De hecho, Caja menciona que existen varios trabajos de investigación en los que se ha relacionado el consumo de cereales integrales con la reducción de los niveles de colesterol. ¿Y qué cereal es mejor tomar? El experto recomienda la avena, ya que es el más eficaz y tras consumirla seis semanas disminuye el colesterol LDL.
“La incorporación en la dieta de unos 70-100 gramos de avena todos los días, por ejemplo en el desayuno, aporta el 63 por ciento de la dosis diaria recomendada de fibra, lo que favorece muy significativamente la reducción de los niveles de colesterol. Además se deben incorporar otros cereales integrales en la dieta, como por ejemplo pan, pasta o arroz integrales”, especifica.
3) Los frutos secos
“Es muy interesante que alimentos vegetales con un elevado porcentaje de grasa tengan la habilidad de regular el perfil de colesterol tan bien como lo hacen los frutos secos”, afirma Caja, quien señala que entre frutos secos como son las nueces, almendras, pistachos o la nuez de Brasil destaca la nuez de macadamia.
“Por un lado, este sabroso fruto seco, reduce los niveles de LDL en un 4 por ciento, mientras que aumenta el colesterol HDL en un 7 por ciento tras cuatro semanas de tomarlo en la dieta. Se recomienda un consumo a diario de un puñado (unos 40 gramos) de frutos secos tostados sin sal, especialmente durante el desayuno”.
4) Los inhibidores naturales de la HMG-CoA
“La producción de colesterol en nuestro organismo depende de la actividad de una enzima que se llama HMG-CoA. Alimentos muy ricos en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, también denominados omega-3, tienen funciones en la inhibición de esta enzima lo que favorece una disminución en la producción de colesterol”, explica el experto.
Algunos alimentos muy ricos en omega-3 son las semillas de lino, o de chía, espinaca, rábano, alfalfa germinada; algunas legumbres geminadas y por supuesto los aceites de semillas o los frutos secos, por citar algunos ejemplos.
Otros inhibidores de la enzima que se encarga de la producción de colesterol son los licopenos, o una serie de compuestos químicos que forman parte de algunos alimentos como la guayaba, la sandía, el tomate (especialmente en el tomate secado al sol) o el pomelo. Éstos reducen los niveles de colesterol en torno al 10 por ciento. Por tanto, la cantidad de licopeno recomendada está entre 25 y 35 miligramos por día (cien gramos de tomate seco, por ejemplo, contienen 45 miligramos).
Fuente: cuidateplus.com